La Fachada

La fachada está hecha con cantera mexicana, tipo Chiluca de Real del Monte, labrada y tallada en la obra. Principal­mente, en planta baja esta colocada de tal forma que, en­tre cada almohadillón, se forman entrecalles, Jo cual le da una apariencia menos uniforme, pronunciando las líneas horizontales. Hay una cornisa intermedia que claramente separa la planta baja del edificio de la porción superior. La cornisa superior sobresale en forma importante y está decorada, en la parte inferior, con diferentes dibujos tipo caja, rosetas y círculos de cantera. El remate superior de la cornisa está hecho de lámina de cobre que, con el tiempo, obtuvo la pátina que hoy vemos y en su diseño se observan figuras de flor de lis, cabezas de leones y otras.  En los extremos de colindancia tenemos, al Ponien­te, un torreón cuadrado bien marcado, que antiguamente tenía un asta bandera. Al Norte, las bases de un torreón sin mayor importancia, pero decorado con dos urnas o vasijas metálicas que enmarcan el letrero «Roberto Boker y Cía». En la esquina tenemos la entrada principal al edi­ficio, la cual se caracteriza por sus dos columnas estilo Toscanas, monolíticas, de granito gris procedente de Ita­lia. Las columnas soportan una terraza sin uso, que sola­mente es un elemento arquitectónico decorativo, por estar demasiado alto para su uso real en el segundo piso.

ETAPA DE CONSTRUCCIÓN, vista del inicio de la colocación de la fachada, Av. 16 de Septiembre (8 de abril de 1899).

ETAPA DE CONSTRUCCIÓN, vista de la fachada semi terminada, Isabel La Católica  (15 de julio de 1899),

Al término del edificio hay un torreón redondo, típico para este edificio que sirve de oficina, techado con teja metálica verde y el asta bandera principal.  La ventanería exterior del edificio es de fundición de hierro, finamente decorada con esbeltas columnas de estilo Toscano acanalado; en la contraparte interior tienen los marcos de madera, en los que se deslizan dobles ven­tanas de vidrio belga de 6 y 8 mm de espesor. Las venta­nas dobles se deslizan perfectamente por medio de contrapesos ocultos en las columnas.

Debido a que este edificio fue diseñado en los EE.UU .. los arquitectos instalaron elementos que, con el clima de la Ciudad de México, no son necesarios, como ventanas con vidrios dobles y calefacción (ésta se desar­mó poco después de terminada la obra y hoy solamente quedan algunos duetos aislados).

Algunos elementos decorativos que sobresalen en la fachada son:

  • Las rosetas de mármol color rosa, cerca de la esquina alta.
  • Los vestigios de dos placas posiblemente de bronce, junto a la entrada principal, mismas que desaparecieron durante la Revolución Mexicana. 

De especial importancia son los marcos de las dos puertas laterales, que son de cantera bellamente decoradas con dos figuras de Águilas, una la del «Escudo Nacional Mexicano» de aquella época, la otra la del «Escudo Ale­mán», también de aquella época. Sobre la entrada Sur del vestíbulo dice: «EDIFICIO BOKER», sobre la entrada Oriente dice:  «Antigua casa de Roberto Boker y Cía.»

PREVIO A LA INAUGURACIÓN, vista de la escalinata en el patio interior con los empleados de «Roberto Boker y Cía.» 

(6 de mayo de 1900).

PREVIO A LA INAUGURACIÓN,
vista de la tienda en planta baja,
ya surtida con mostradores y mercancías

(2 de julio de 1900).

Patio interior

El patio interior está localizado exactamente en los vér­tices del edificio. Su gran altura que podemos apreciar todavía, se cubre con una estructura metálica que fue cortada durante la obra con broca y cincel y posterior­mente remachada en caliente; está formada por arcos que terminan en un torreón alargado que sirve de tragaluz y para ventilación cenital.

Antes del incendio del año 1975, esta estructura soportaba el vidrio rayado translúcido que tenía una malla de alambre integrado. El vidrio fue sustituido por un sándwich de láminas metálicas y poliuretano. Sola­mente los ventanales laterales sirven hoy de tragaluz.

En el entrepiso y el piso superior del patio, hay barandales originales que decoran y delimitan el patio.

Un antiguo mosaico tipo veneciano decora una parte del patio interior y muestra a dos obreros que se apoyan en el escudo heráldico de la ciudad natal del fun­dador de la ferretería, Remscheid, Alemania, ciudad na­tal de la familia Boker, quienes por más ele 350 años se han dedicado a la comercialización y fabricación de he­rramientas de mano y cuchillería. En esa ciudad, aún se producen un sinnúmero de herramientas manuales, agrí­colas y quirúrgicas.

El mosaico estuvo colocado, hasta después del incendio, en el piso, exactamente junto a la entrada Orien­te, por la calle de Isabel la Católica. Todos caminába­mos por encima. Con mucho cuidado pudo rescatarse y hoy está debidamente enmarcado y protegido. Según te­nemos informes, existe otro mosaico similar abajo del mármol del vestíbulo hacia el Sur.

El escudo del «Arbolito» que igualmente se encuentra en el patio, hasta después del incendio, también estuvo en el piso, precisamente junto a la entrada principal de la esquina. Ambos fueron parte de la decoración del piso de la antigua ferretería. Ahora pueden observarse en nuestra área de oficinas. 

Elevador
El elevador manual de carga, nunca fue para personas, es una pieza bellísima; está decorada finamente con láminas y piezas de fundición de cobre. El cubo tiene de­coraciones de metal en varios niveles. Aunque no tiene ajuste de altura micro, hoy nos sirve perfectamente para lo que fue diseñado.

Oficinas exteriores y pasillos
En los pasillos superiores, parcialmente podemos ver todavía hoy cómo se cuidaban todos los detalles. Fueron diseñados para su fácil mantenimiento, con plafones fal­sos de yeso, puertas de madera y algunas con ventanas. Las oficinas son de gran altura y señoriales, se respira un aire de amplitud y generosidad en los espacios.  Cabe mencionar que en algunas puertas aún se con­servan hermosas bisagras latonadas y biseladas a mano.

Sanitarios
Los sanitarios generales para «Señoritas» y «Señores» son los auténticos de la época de construcción, aún se con­servan los muebles sólidos y de gran calidad, hay inclusive bebederos y secadores de mano de aquellos años.

DÍA DE LA INAUGURACIÓN, 3 DE JULIO DEL AÑO 1900, vista de la fachada esquina de 16 de Septiembre e Isabel la Católica.

ROBERTOBOKER
Y Cia.
A SUS FAVORECEDORES
EN MEMORIA DE LA INAUGURACIÓN DEL EDIFICIO
SITUADO EN LA
CIUDAD DE MÉXICO
CALLE COLISEO VIEJO NÚMERO 1,
ESQUINA A LA CALLE DEL ESPÍRITU SANTO.

Proyecto de los arquitectos: Sres.
DE LEMOS Y CORDES, NEW YORK.
Ejecutado por el Ingeniero Sr.
Don GONZALO GARITA, México.

Con el propósito de brindar a Ud. más información arquitectónica,  transcribimos el texto original de la «Memoria de la Inauguración del  Edificio» de 1900.

RECONSTRUCCIÓN. Vista de una de las columnas metálicas originales que se reforzaron con varillas, conectores, nudos antisísmicos y concreto después del incendio sufrido en el año de 1975.

ÁREA: 2,215 metros cuadrados.

FACHADA de la calle del Espíritu Santo: ……. 45,69 metros.

FACHADA de la calle del Coliseo Viejo: …….. 48,47 metros.

ALTURA del Primer piso: …………………………… 4,88 metros.

ALTURA del Segundo piso: ………………………… 4,27 metros.

ALTURA del Tercer piso: …………………………… 4,27 metros.

Se empezó la demolición de la construcción an­tigua el día 20 de Agosto de 1898.  Se terminó la obra material a fines del año 1899. Se terminó la colocación de la instalación inte­rior el día 30 de Junio de 1900.

Para hacer los cimientos se excavó toda el área hasta 1m 96cm de profundidad. El relleno de la excavación se hizo de concreto compuesto de cuatro partes de pie­dra triturada, dos de arena y una de cemento Portland, alemán.

Empleáronse 2,100 metros cúbicos de piedra y 2,532 barricas de cemento.  Para poder colocar el concreto en el agua del subsuelo, sin que ésta se llevara el cemento antes de fra­guar, se metió en 24,500 sacos, en que se emplearon 50,000 metros de manta. La torta de concreto se reforzó por un emparrillado de viguetas de acero, que pesaron 154 toneladas. La resistencia del suelo se calculó a ra­zón de 5 toneladas por metro cuadrado.

La construcción de fierro, que pesa 1,000 toneladas, fue contratada bajo la condición especial de que la resistencia de cada pieza sería reconocida, conforme a lo estipulado en los planos, por inspectores que exclusi­vamente se ocupan en ese trabajo.  Todo el material de fierro recibió una mano de pintura metálica en los talleres y otra mano en el terreno de la construcción. Las especificaciones de los arquitectos de la construcción de fierro abrazan 60 páginas es­critas en máquina. 

Los techos están construidos formando arcos de concreto. Para impedir el escurrimiento del cemen­to antes de fraguar, extendiéronse unas tiras de alambre reforzada por varilla de fierro, entre las viguetas. El con­creto empleado en esta operación se compone de seis partes de ripio de tezontle, tres de arena de tezontle y una de cemento alemán.  Se emplearon 2,429 metros cúbicos de ripio, 977 metros cúbicos de arena, 1,365 barricas de cemento ale­mán y 42 toneladas de tela de alambre. Los inventores de este sistema de construcción garantizan su resisten­cia de 1,000 libras por pie cuadrado, o sean 5 toneladas por metro cuadrado.  En una prueba hecha el día 18 de Mayo de 1899 y 34 días después de puesto el concreto, se cargó un arco con 2,109 kilos por metro cuadrado, sin observarse va­riación alguna en él. 

El material de carpintería consiste:  En los dobles pisos de pino y de arce, colocados sobre polines asfaltados, embutidos en el concreto del piso bajo, y de los arcos, y en los umbrales, chambranas, lambrines, guardapolvos, puertas, molduras, parte de ello hecho de madera de cerezo, parte de caoba mexicana y de pino blanco chapeado con caoba mexicana.  El peso total de este material importó 246 tone­ladas y fue contratado conforme a las especificaciones de los arquitectos, que abrazan 43 páginas escritas a máquina.

Las fachadas, talladas por artesanos mexicanos, conforme a las especificaciones y plantillas de los arquitectos, se construyeron de piedra blanca del Real del Monte, empleándose de ella, en bruto, 648 metros cúbicos.  El revestimiento interior de las fachadas fue he­cho con tabiques asentados sobre mezcla de cemento del país y separado de las fachadas por una capa vertical de cemento Lafarge. 

Se emplearon 390,000 tabiques en todo el edificio. En las mezclas para asentar los tabiques y para el relleno con graba de río, en el piso bajo, se gastaron 755 toneladas de cemento del país. 

Para el desagüe de la azotea con sus 7 salidas, así como de los 7 lavabos, 5 sumideros, 3 tinas, 8 comunes y 5 mingitorios, empleáronse 25 toneladas de cañería de fierro y sus accesorios, siendo parte de fierro fundido y parte de fierro galvanizado.  El estanque de agua, hecho de láminas de fierro remachadas, con un peso de 4 toneladas, tiene una capa­cidad de 19,000 litros, llenándose con una bomba movi­da por fuerza eléctrica, que sube el agua del pozo artesiano que se hizo en el terreno y que tiene una pro­fundidad de 173 metros. 

La construcción del techo fue la siguiente:  Se llenaron los arcos con compuesto de ripio de tezontle mezclado con cemento alemán, encima se ex­tendió una capa delgada de cemento puro, alemán, que fue cubierta con 5 hojas de cartón alquitranado, aplicán­dole varias manos de brea; sobre este cartón se coloca­ron ladrillos vidriados, asentados en cemento alemán. Se gastaron 7 toneladas de cartón alquitranado, 26 tone­ladas de brea mineral y 46,000 ladrillos vidriados. Los contratistas garantizan el techo por dos años a prueba de agua. 

(Nota: ya llevamos 100 años sin goteras !)

Los elevadores son movidos por electro-motores. El elevador destinado para la carga, bastante gran­de para hacer caber un coche (3m 80cm de largo por 2m 40cm de ancho, levanta 1,500 kilos con una velocidad máxima de 24 metros por minuto.

La instalación interior de armazones, mostradores, etc. se contrató conforme a las especificaciones de los arquitectos. Los armazones y la parte interior de las mesas están hechos de álamo blanco pintado, imitando caoba; las cubiertas y los frentes de las mesas y armazones, los marcos de los aparadores de cristal que hay distribuidos en los tres pisos, y los mostradores, son de caoba.

Lo escalones, peraltes, tableros y cimasios (según el «Diccionario del uso del Español» de María Moliner, Editorial Gredos, Madrid, ISBN 84-249-1334-2  «Cimasios = molduras de perfil en forma de S») son de mármol blanco italiano, los frisos de ónix mexicano, y las columnas monolíticas de la entrada de la esquina son de granito negro de Biella, Italia: pesan 3 1/2 toneladas cada una y miden 4m 27cm de altura.  (Biella se encuentra al sur de los Alpes en la provincia de Vercelli).

La instalación de luz eléctrica abraza 34 luces,de arco de 1,200 bujías, y 1,271 luces incandescentes, desde 5 hasta 35 bujías.  Se gastaron en la instalación 6,000 metros de alambre de cobre aislado, de varios gruesos; 5,000 me­tros de cable de cobre aislado, de varios gruesos, y 6,000 aisladores de diferentes tamaños.