Edificio Boker

El edificio BOKER se localiza en la esquina de las ca­lles 16 de Septiembre (Nos. 56, 56-A, 58 y 60) e Isabel la Católica (Nos. 35 y 37), antiguamente calles de Coli­seo Viejo (1869-1928) y Espíritu Santo (1869-1928), respectivamente.  Se construyó sobre una superficie de 2215 m2, espacio que antes ocuparon cuatro inmuebles, entre los que podemos mencionar el «Hotel de la Gran Sociedad».   En este terreno, los trabajadores realizaron, a pico y pala, una excavación de aproximadamente dos metros de pro­fundidad para colocar los cimientos del edificio.

Es im­portante mencionar que al excavar se encontraron dos piezas arqueológicas: El Aguila decapitada, fue donada y se exhibe en la Sala Mexica del Museo Nacional de Antropología e Historia, ubicado en el Bosque de Chapultepec.

En el vestíbulo del Edificio BOKER se exhibe una réplica. El Cihuateteo, Diosa de las Mujeres Encintas, se encuentra en el Museo Nacional de Arte, ubicado en la calle de Tacuba No. 8, en la Ciudad de México.

Terreno y cimentación

Los cimientos se formaron con una cuadrícula de viguetas metálicas, tipo «H» de 12″ y 14” pulgadas de peralte. Desde las intersecciones entre las viguetas Nor­te-Sur con las ele Oriente-Poniente, arrancan, con piezas especiales de fundición, las columnas que soportan todo el edificio. Para el relleno de la excavación, hasta el nivel de piso terminado en la planta baja, fue necesario colo­car la revoltura premezclada, en estado seco, en costales de manta que al contacto con las aguas friáticas logra­ban un durísimo concreto.

En 1975-76 se construyeron cisternas adiciona­les, con el fin de tener capacidad suficiente de agua para combatir un incendio. Como dato curioso cabe mencio­nar que, durante estos trabajos, el concreto de relleno se sacaba en color azul verdoso. Las columnas que soportan los pisos intermedios se hicieron con perfiles que hoy ya no existen. Son 4 «zetas» que unidas entre sí, con placas, separadores, y remachadas en caliente en la obra, forman una «H» de gran dimensión, la cual permite una gran resistencia a la carga. Los pisos intermedios y la azotea se conectan a las columnas en forma directa con trabes remachadas. Los pisos son soportados por una serie de viguetas que corren de Norte a Sur formando bóvedas entre sí. Estas bóvedas fueron armadas con alambrones gruesos sobre las que se colocó una malla y encima tezontle. Entre el tezontle, hay vigas de madera que soportan el doble enduelado de madera importada de los Estados Unidos. Al centro del edificio, en los ejes principales de la construcción, se encuentra un patio rectangular de 21 por 11 m, que permite la fácil ventilación y la entrada de luz natural, imitando un poco las construcciones de ca­sas en el antiguo México.

El edificio fue diseñado por los arquitectos De Lemos y Cordes de Nueva York, quienes también diseñaron el edificio de «La Mutua», hoy Banco de Méxi­co en la calle de 5 de Mayo, esquina con Eje Central. Algunos de los materiales que se emplearon en esta obra fueron importados de EE.UU., principalmente toda la viguetería metálica, la ventanería, duela e insta­lación sanitaria; los vidrios se trajeron de Bélgica; el cemento tipo Portland de Alemania y los materiales mexi­canos fueron tabiques, arena, grava y cantera; las co­lumnas de granito y los pocos mármoles llegaron de Italia. Toda la mano de obra fue mexicana, conducida por el gran genio de la construcción ele aquellos años, el ingeniero y maestro Gonzalo Garita. Este incansable hombre también construyó el ya mencionado edificio de «La Mutua», la «Columna de la lnclepenclencia», los ci­mientos de Bellas Artes y muchas otras obras de gran importancia en esta ciudad. 

Previo a la Inauguración, vista del patio interior hacia los pisos superiores, con la estructura metálica, los arcos y el emblema de la Ciudad de Remscheid, Alemania, hechos de yeso y estuco (5 de Abril de 1900).